
El verano nos ofrece una gran oportunidad: desconectar del trabajo y reconectar con nosotrxs mismxs.
En una sociedad hiperconectada, donde el límite entre lo laboral y lo personal se difumina con facilidad, el descanso en vacaciones es una gran oportunidad de cuidar la salud física, mental y emocional.
¿Por qué cuesta desconectar del trabajo?
Con la irrupción del #teletrabajo, los correos que no descansan ni en vacaciones y la presión de “estar siempre disponible”, muchas personas experimentan dificultades para desconectarse, incluso durante sus días libres. Esta hiperconectividad prolongada puede provocar:
- Fatiga mental crónica
- Alteraciones del sueño
- Irritabilidad y estrés
- Reducción de la productividad y la creatividad
- Síntomas de burnout o agotamiento profesional
Desconectar es parte del rendimiento sostenible
Lejos de ser una señal de desinterés o irresponsabilidad, desconectarse del trabajo en verano es una estrategia clave para cuidar nuestra energía y mejorar el rendimiento a largo plazo. Diversos estudios muestran que las personas que realmente consiguen desconectarse en vacaciones vuelven de ellas con mayor claridad y enfoque, suelen tener menos días de baja por enfermedad común, mejoran su capacidad ejecutiva de gestión de problemas y toma de decisiones, y se suelen sentir más motivadas y comprometidas con su trabajo. vacaciones y logran desconectarse:
¿Qué significa realmente desconectar?
Desconectar no solo implica apagar el portátil o silenciar el móvil. Significa también soltar mentalmente las preocupaciones laborales, permitirse estar presente y disfrutar del ocio, el descanso, la familia o simplemente el tiempo sin hacer nada.
Algunas claves para lograrlo:
- Poner límites claros: avisar con antelación que estarás desconectado/a y delegar responsabilidades. La línea de mando es imprescindible para que este mensaje llegue a toda la organización. Su sensibilización y formación al respecto es clave.
- Eliminar notificaciones del correo o apps de trabajo.
- Planificar actividades gratificantes: viajar, caminar, leer, practicar un hobby o simplemente descansar.
- Aceptar que el mundo laboral sigue sin que tú estés (y no pasa nada).
Un compromiso con la salud laboral
Desconectar en verano no solo es un acto de autocuidado individual, también forma parte de una cultura empresarial saludable. Las organizaciones que promueven y respetan el derecho a la desconexión están invirtiendo en el bienestar de sus equipos y, en consecuencia, en su sostenibilidad y éxito.
En resumen…
Este verano, date permiso para desconectar. Es absolutamente necesario. Recuperar el equilibrio entre trabajo y vida personal es un acto de bienestar, prevención y responsabilidad contigo mismx. Porque cuidar de ti también es parte del trabajo.