La campaña de la OMS sobre el Día Mundial de la Salud Mental de este año «se ha propuesto conseguir el incremento de las inversiones a favor de la salud mental”.
“Según la experiencia adquirida en emergencias pasadas, se espera que las necesidades de apoyo psicosocial y en materia de salud mental aumentarán considerablemente en los próximos meses y años. Invertir en los programas de salud mental en el ámbito nacional e internacional, infrafinanciados desde hace años, es ahora más importante que nunca.”
Cada vez más estudios señalan los beneficios que el Mindfulness, la Gestión Emocional y la Inteligencia Emocional aportan a la salud mental. Cada vez hay más evidencias de que pueden generar en las personas la capacidad de responder a los acontecimientos de forma sana mentalmente, emocionalmente e incluso físicamente.
Se podría considerar que estas herramientas son como ponerse una vacuna. Aprender a gestionar lo que sucede y las emociones que genera lo que sucede nos puede ayudar preventivamente. Y si, a pesar de eso, nos desborda, tenemos muchos profesionales de la salud mental que nos pueden ayudar.
Sin embargo, son pocas las personas que prestan suficiente atención a los consejos y a las recomendaciones de herramientas que nos pueden ayudar. Lo urgente nos desborda en el día a día y no recordamos pararnos unos segundos ni siquiera a respirar.
Cuidar de la salud mental es, muchas veces, cuestión de sentido común. Respirar nos ayuda a oxigenarnos, pero también nos da el tiempo para enfocarnos en nosotros mismos durante unos segundos. Darnos el tiempo para beber, para levantarnos y pasear 5 minutos cada hora y media o dos horas si estamos teletrabajando, seguir una rutina cuando estamos confinados, o escuchar las noticias, pero sin obsesionarse. Contribuye a la salud mental hablar con amigos a través de internet o teléfono, medir el tiempo que pasamos con los videojuegos y/o en las redes sociales.
Al final, los beneficios que nos pueden aportar estas sencillas claves (darnos tiempo para nosotros mismos, para conocernos mejor, para respirar, para gestionar las emociones, para centrarnos en el momento presente) no se limitan a las personas mismas. Se extienden a las familias, a los equipos de trabajo, a las empresas y a la sociedad entera.
Imagen de Mohamed Hassan en Pixabay